BORDADOS CUENCANOS ARTESANALES - CHOLA CUENCANA
HISTORIA DE
LOS BORDADOS
Los frigios inventaron el arte de bordar con aguja, pero fue el rey Átalo, de Asia, quien por primera vez decidió que se utilizasen en los bordados los hilos de oro.
Para poder bordar son necesarios varios elementos y los más importantes son la tela, los hilos, los motivos de ejecución y las técnicas para realizarlos.
EL BORDADO EN EL AZUAY.
El bordado es una actividad que se practica desde tiempos
antiguos, y es una tradición de gran antigüedad en la región del Austro. En la
provincia del Azuay llama la atención las vestimentas típicas, en especial de
las mujeres como lo son las polleras, los paños, las blusas, los bolsicones,
entre otras, que presentan hermosos trabajos en bordado.
Los lugares donde encontramos a una población dedicaba a la
actividad de los bordados son básicamente Gualaceo y Bullcay. Este tipo de
actividad fue practicada en primer lugar en los conventos con el fin de adornar
la indumentaria religiosa. En un segundo momento, esta actividad se difundió,
considerándose una costumbre de trabajo en el pueblo, sobre todo de la
población femenina siendo una actividad estrictamente femenina, pues es la
mujer quien se ha especializado en este tipo de producción.
EL CENTRO DE
BORDADOS CUENCA
Artesanas de
su propia historia, un grupo de 35 mujeres de comunidades de Cuenca, Gualaceo y
Paute, desde 1989, trabajan para mantener viva la costumbre del bordado a mano
Puntada a puntada este
grupo de artesanas se dedican al
bordado a mano en las comunidades rurales de Cuenca, Gualaceo y Paute trabajan
para mantener vivo este laborioso oficio.
“Nuestros bordados tienen identidad cultural, identifican a
nuestro país, en lo que se refiere a fauna, flora, construcciones y
tradiciones”
Para ellas, no es solo un oficio, es una de sus principales
actividades económicas; sin embargo, coinciden en que el trabajo de las
artesanas no es valorado y corre el riesgo de perderse.
“Muy poca gente reconoce lo que cuesta y el segmento de
mercado es muy reducido, por lo que la artesanía tiende a desaparecer”
LA POLLERA: CHOLA
CUENCANA
El colorido
de sus telas, sus diseños bordados y el contoneo de un lado al otro son los
detalles que hacen de la pollera de la Chola cuencana, una de las prendas más
llamativas y representativas de Cuenca y de la provincia del Azuay.
Esta prenda de vestir tiene historia, y en ella, cambios que
han variado conforme ha pasado el tiempo, adaptándose a los procesos
tecnificados para confeccionarlas.
La pollera,
como la que se conoce en la zona austral del país, es la representación
tradicional de la denominada Chola cuencana y está compuesta de dos tipos de
faldas: El bolsicón y la pollera bordada.
UTILIZACIÓN
La pollera originalmente fue de lana y se utilizaba sobre un camisón de lienzo.
Sus colores característicos eran el onza de oro o mostaza y rosa clavel,
presentaban un toque de bordado en el borde de la pollera denominado guarda.
Esta prenda con guarda era generalmente el traje que se
usaba de domingo a domingo como el traje “común” que usaban las mujeres, ya que
para fechas festivas, para ir a misa o si pertenecían de un nivel
socioeconómico alto utilizaban sobre ésta el bolsicón.
Es importante recalcar que el ancho de la guarda también
diferencia el estatus económico y social de la mujer que la usa.
El bolsicón, caracterizado por sus colores en cardenillo y
morado, se utilizaba sobre la pollera y se lo doblaba en la parte derecha para
mostrar la pollera bordada y que refleje el nivel económico de la persona.
Vestir con pollera es mantener una tradición que se está
perdiendo y que se la ha convertido en algo folclórico para festividades o como
trajes de pases de niños u otros eventos. Un factor que ha incidido en que se
va perdiendo está relacionado también con su alto costo en el mercado.
En las comunidades de las parroquias de Cuenca aún se puede
ver a personas con este traje; sin embargo, recalcó que únicamente las mujeres
adultas son quienes conservan esta tradición
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