BARRIOS TRADICIONALES DE CUENCA
BARRIOS TRADICIONALES DE CUENCA
El término barrio se utiliza
tradicionalmente para hacer referencia a una sección de la ciudad más o menos
definida, que presenta algunas características distintivas sobre las demás. El
barrio varía completamente en términos de tamaño, de cantidad de población, de
límites o de número de espacios significativos y es por esto que mientras
algunos barrios sólo incluyen un par de cuadras, hay otros que hasta casi
llegan a alcanzar la dimensión de una ciudad pequeña.
La ciudad de cuenca, cuenta con cuatrocientos sesenta barrios
aproximadamente, entre urbanos y
periféricos. Sin embargo hoy hablaremos únicamente de los barrios históricos.
BARRIOS TRADICIONALES
Se los conoce como barrios tradicionales, porque desde su creación están llenos de historia, y generalmente están ubicados dentro del Centro
Histórico de la ciudad.
En este sector de la ciudad
durante la colonia se ubicaron las panaderías así como en Todos Santos siendo
estos lugares conocidos con el nombre de tandacatug que en quichua significa lugar o sitio de venta de pan. Las
panaderas se ubicaron en este sector ya que aquí se encontraban los molinos,
uno de los que aún se conserva es el de los Molinos
del Batán.
Actualmente el Vado está
comprendido por seis manzanas, desde la calle La Condamine hasta la Sucre y
desde la calle Tarqui hasta la Coronel Tálbot, una de las construcciones
tradicionales es la del señor Víctor Pulla, esta casa aún conserva sus paredes
de adobe y techos altos cubiertos de teja con sus patios con huertos frutales.
Otra de las casas tradicionales es la famosa Casa
de la Lira, otro ejemplo palpable es la
casa ubicada en la esquina de la calle La Condamine.
Las fiestas de este barrio se realizan el mes de mayo, esta fiesta tiene su
inicio el día primero de este mes por la tarde con el circuito pedestre
denominado desde hace mas de treinta años como Circuito
de las Cruces, durante tres días se celebra
con gran emoción, con fiestas y juegos tradicionales. No se puede dejar de lado
a las lavanderas a orillas del Tomebamba puesto que ellas son las humildes
constructoras de una obra pictórica renovada constantemente.
BARRIO TODOS SANTOS.- Uno de
los barrios más antiguos de Cuenca es el de Todos Santos, donde se edificó la
primera Iglesia de la ciudad, en el lugar donde los indígenas tenían su centro
ceremonial denominado Hermita del Usno (piedra sobresaliente en una colina).
Fueron las religiosas Oblatas quienes enseñaron al barrio las técnicas y
recetas para la elaboración del pan, que también dado nombre y fama al lugar,
conocido como “Todos Santos, barrio del pan o de las panaderas.
En Todos Santos se construyó el
primer molino de Cuenca en el año de 1539, el mismo que consistía en una cámara
abierta en un costado; para su funcionamiento se utilizó el caudal de la
acequia del Ushno cuya dirección iba hacia el Palacio de Pumapungo, para su
construcción se utilizaron piedras incaicas y en su realización la mano de obra
indígena. En este barrio existía también una plazoleta que estaba ubicada al
frente de lo que hoy es el Templo de la Merced.
En el año de 1848 se levantó el nuevo puente de Todos Santos cuya terminación
fue en el año de 1849 (actual Puente Roto), este puente se destruyó con una
gran crecida del Río Tomebamba en 1950.
En este barrio se originó el movimiento de la Independencia de Cuenca el 3 de
Noviembre de 1820, y se caracterizó por ser un barrio bravo y organizado. Las
mujeres de este barrio eran quienes dominaban los acontecimientos y fiestas
religiosas de la ciudad poniendo empeño e iniciativa y haciendo diferentes
formas de panes y quesadillas para obsequiar a los compadres.
En las fiestas navideñas no podían faltar los panes de pascua y en los pases
del niño los carros con diferentes arreglos hechos de pan, estos fueron
realizados en hornos de leña, los mismos que van desapareciendo con la
modernidad.
BARRIO EL VERGEL EL VERGEL.-
uno de los barrios con abundante historia,
leyenda y tradición cuencana, ubicado a la margen derecha del Tomebamba, allí
se levanta el Templo, mudo testigo de la furia "Julián Matadero",
pues el lunes 3 de abril de 1950, arrasó también el puente denominado
"Ingachaca o Puente del Inca".
La arquitectura es uno de los
puntos fuertes de El Vergel. Las viviendas aún poseen sus fachadas, balcones y
portales coloniales que atraen a los turistas y le otorgan un gran valor al
patrimonio de la ciudad. Y no dejes de visitar los talleres de hierro y los
locales de comida tradicional ecuatoriana donde encontrarás quimbolitos,
humitas y tamales.
Aledaño a este sector se
encuentra el barrio de las Herrerías que todavía conserva sus tradicionales
talleres artesanales. Antiguamente se usaban los farolitos en el portal de las
viviendas para alumbrar la calle principal del barrio, llamándose así la calle del Farolito.
Por otro hábiles artesanos realizan hasta
el día d hoy cerrajería artística y en esto sobresalen las cruces para el
enteche de las casas.
Atracción de propios y extraños
es el monumento al Artesano, representado por Vulcano (dios romano del fuego y
el metal).
Pocos años atrás una vetusta casa daba aspecto deprimente al barrio, a tal punto que estaba por venirse al suelo, era la denominada casa de las palomas o casa de Chaguarchimbana, la cual fue reconstruida y hoy es un Museo de profunda significación para los artesanos del fuego y el metal.
BARRIO EL TEJAR.- Fue y
sigue siendo, en algunos sectores, una zona rica en material arcilloso; Allí se
fabricaban las tejas y ladrillos desde tiempos de la colonia; aún existen
vestigios de esas fábricas que poseían tecnología propia de esos años.
la fabricación rudimentaria de
tejas y ladrillos pronto le dio fama a esa zona, pues por doquier se
encontraban varias familias que moldeaban el barro, lo dejaban a la intemperie
para el secado y luego en hornos caseros coccionaban desde luego con su
tecnología autóctona, pues para el horno utilizaban el combustible, leña y algo
mas, para la homogeneización de la materia prima de ladrillos y tejas,
empleaban la Yunta
que permanecía varios días pisando el barro, para luego ser moldeado y no solo
los bueyes cumplían este trabajo.
BARRIO CONVENCIÓN DEL 45.- Por el sector iban a la costa vía Cuenca Molleturo Naranjal, en este barrio se celebró la Convención Nacional de 1845, para dicha convención llego a Cuenca mucha gente notable de la historia ecuatoriana y en este lugar se designó a Vicente Ramón Roca para presidente de la República.
Este barrio se origina cuando un
grupo de familias se reunieron en la casa de la familia Vanegas para dialogar
sobre la creación de un nuevo barrio, porque esta gente se sentía muy
distanciada de todas las actividades culturales y religiosas del barrio de San
Sebastián.
Para recordar se bautizó a una
calle con el nombre de Calle Convención del 45, la misma que se encuentra ubicada a la altura de la Iglesia
del Corazón de Jesús. Este barrio limita el norte con la Av. De las Américas;
al sur con las calles Gran Colombia y Convención del 45; al este con las calles
Escultor Ayabaca, Daniel Alvarado y al oeste con la calle Alfonso Andrade.
BARRIO LA SUELERÍA.- Este
barrio denominado Suelería por la existencia de varios talleres destinados a
curtir el cuero, y por ende a obtener la suela para la confección de zapatos.
Los hábiles artesanos del cuero realizaban trabajos con gran magistralidad, por
cuanto, recibidas las pieles de res, iniciaban el proceso del curtido, el
clásico bombo, el limón, la sal, y los infaltables productos químicos que
quitaban el pelaje y de acuerdo a la calidad del cuero que deseaban obtener,
continuaban el proceso.
En la actualidad ya no cuenta con
las tenerías, ni tampoco con almacenes insumos para zapatos, aunque sí una que
otra zapatería. Sus habitantes recuerdan
con nostalgia la historia vivida por sus progenitores que escribieron leyendas
de amor y trabajo y por lo mismo persiste el nombre de Suelería.
A la esquina de la Juan Montalvo y Lamar, lo conocían también como la esquina del movimiento porque era el sitio obligado de las festividades de Navidad y Año Viejo y la razón fundamental porque en plena esquina, funcionó en años la Radio la Voz del Río Tarqui y El Atahualpa, muy familiares en Cuenca.
BARRIO SAN BLAS.- A partir de las leyes de Toledo y debido a la
dispersión de la población se estableció, a inicios de la ciudad, como núcleo
de concentración indígena, a San Blas.
Al principio no se puede hablar
de una organización, puesto que su distribución especial debía ser una o dos
casas juntas en la misma calle y que poco a poco fue poblándose y creciendo. Al
llegar a Cuenca el Juan Muñoz y Galán se le otorga en propiedad la parroquia de
San Blas y es quien da comienzo a la primera construcción del templo, la cual
se inició a los 22 días de fundada la ciudad de Cuenca.
En este sector estaba agrupada la
alfarería que era la actividad a la que se dedicaban los indígenas de este
barrio por ser la ruta que debió seguir la traza
del antiguo Ingañan y que comunicaba justamente el camino del norte con la
ciudad de Cuenca, zona en donde se instalaros las artesanías de cerámica
utilitaria, otra de las actividades de estos indígenas debieron también estar
asociadas a las actividades de arriería y cuidado de tambos.
Para el siglo XVII este sector ya
demuestra avances pues la calle principal de la ciudad que atravesaba la plaza
mayor terminaba por una parte en la Iglesia de San Blas. Este barrio emprende un cambio total desde
1935 se emprender la reconstrucción del templo y del convento
que se había convertido en una choza inaccesible por la hierba, logrando
dotarlo de un elegante convento que hoy es uno de los mejores de nuestra
Diócesis.
Con respecto a la Plazoleta de este barrio era un gran sitio de grama natural donde se llevaba a cabo todos los jueves la feria de ganado y que fue transformado en parque cercado de pinos recortados y con callejuelas embaldosadas. Dedicado a la memoria de Manuel J. Calle.
BARRIO SAN SEBASTIAN.- En el
año de 1692 se estableció a San Sebastián como parroquia, siendo el Dr. Arredondo Agüero quién se
adelantó a cualquier legislación canónica llevando un libro en donde se
clasificó a los ciudadanos por categorías y dividió a la parroquia en ayllus.
San Sebastián fue considerado un
barrio de indios debido a las actividades artesanales y de servicio que
concentraba, pues aquí se concentraban las ollerías. La plaza además de servir
para la comercialización de productos también servía para la recreación, en
ella se realizaban durante la colonia las conocidas y famosas corridas de
toros.
Cabe destacar aquí un hecho de singular
importancia que acaeció el 29 de Agosto de 1739 con ocasión de la festividad de
Nuestra Señora de las Nieves donde los festejos solían prolongarse por un lapso
de cinco días, al quinto día se realizaba como era la costumbre la lidia
taurina, y en un confuso incidente fue herido de muerte Juan Sienegers, miembro
de la Misión geodésica.
En San Sebastián funcionó también el primer estadio de Cuenca, el Orfelinato Miguel León; y en el lugar donde actualmente funciona el Museo de Arte Moderno en el año de 1876 se estableció la Casa de la Temperancia para recluir en ella a personas alcohólicas.
BARRIO EL VECINO.- El Vecino está ubicado al norte de la ciudad Entre
sus atractivos destacan las artesanías locales de hojalatería, la panadería y el monumento de la Virgen de La
Merced en la plaza Joel Monroy.
Otro elemento de gran relevancia histórica es la plazoleta del Rollo. Construida en 1787, es en esta plaza donde se encuentra el monumento más antiguo de Cuenca, una columna de ladrillo, piedra, cal y mármol conocida como la Picota o El Rollo. Una de las iglesias más hermosas y con mayor valor histórico del barrio es sin duda la de San José, en el casco histórico, es prueba del fervor religioso de la localidad.
BARRIO SAN ROQUE.- San Roque está considerado un barrio tradicional
de la ciudad y consta parte de los
elementos para que Cuenca sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En la margen derecha del río
Tomebamba se asienta el barrio de San Roque, sitio dueño de un paisaje natural
e ideal para el descanso que sirvió de inspiración a músicos y poetas. Según algunos
historiadores, San Roque era un barrio en donde existían cantinas, lo que hizo
que San Roque fuera conocido como un área bohemia, denominada como ‘San Draque’
por sus bares, como el de la ‘PitiMuchas’.
Una de las características que aún conservan algunas viviendas y que Cardoso calificó como interesante son sus subsuelos. “Hay quienes dicen que servían como refugio ante una eventual invasión peruana, otros que eran depósitos de trago de contrabando y hay quienes señalan que guardaban relación con problemas de humedad por la proximidad del río”.
BARRIO SAN FRANCISCO.- Uno
de los barrios que realmente fue fundado con sentido cristiano y servicio a la
colectividad, es el que lleva el nombre de San Francisco. En apenas cuatro
cuadras funciona, la Escuela Daniel Hermida, fundada en 1954; el Orfelinato
Antonio Valdivieso, fundado el 13 de junio de 1934, el templo de su Patrono y
la posada San Francisco, alberge de mendigos.
Cuatro mercados rodean al barrio, está el clásico mercado de productos vitales conocido como Diez de Agosto; la plazoleta, donde hasta hace poco estaba el monumento a l Sacerdote obrero Víctor J. Cuesta; El tercero es el mercado de las Artesanías, en donde en pequeños almacenes a lo largo de la calle Santa Teresita exhiben tejidos de los otavaleños. El cuarto y último es el mercado de la gente, que es el lugar donde se congregan las personas en busca de trabajo. Es cotidiano escuchar entre la gente dedicada a la construcción exclamar “vamos a San Pacho a buscar trabajo”
VIRGEN DEL MILAGRO.- El barrio Virgen del Milagro es la puerta de
la ciudad por el oeste, pero hace unos 50 años, recuerdan los vecinos, que era
la única entrada a Cuenca. En esa época, el barrio no lucía como ahora, con la
avenida Ordóñez Lasso que lo atraviesa, y a sus alrededores edificios lujosos,
ciudadelas privadas y locales comerciales., se trataba de un llano, había
sembríos, una carretera de tierra y pocas casas construidas, una alejada de la
otra, cuenta Segundo Herrera, de 63 años, vecino de la comunidad. “Cuando era
guagua, veía a los contrabandistas de trago pasar en mulas. Venían de Guayaquil
o Sayausí”.
Sin duda es abundante la historia que contienen cada uno de los barrios de Cuenca. La joyería, hojalatería, herrería y ollería, así como las antiguas panaderías son tesoros que reflejan la historia de la comunidad. Muchos de ellos poseen museos, plazas y parques.
Fuentes: fotos e información recopilada del internet
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